El 15 de diciembre de 1989, las primeras manifestaciones revolucionarias en Timișoara,tomando la forma de una pequeña revuelta local contra la decisión judicial de trasladar al pastor reformado húngaro Laszlo Tokes a otra localidad. Las protestas continuaron en las noches del 16 y 17 de diciembre, adquiriendo gradualmente un carácter anticomunista. Se escucharon consignas como "¡Libertad!", "¡Abajo Ceaușescu!", "¡Democracia!". Las fuerzas del orden comunista intentaron reprimir a las multitudes mediante violencia y detenciones masivas. Nicolae Ceaușescu decidió rápidamente usar armas contra los revolucionarios y aislar la ciudad de Timișoara. Este fue el comienzo de la Revolución rumana.

El 21 de diciembre de 1989, Nicolae Ceaușescu convocó a un gran mitin en Bucarest,donde habló a los trabajadores sobre los eventos en Timișoara. El evento fue transmitido por radio y televisión. Desde la multitud comenzaron a escucharse abucheos y silbidos, y la gente reunida rompió las líneas policiales. Los intentos de Ceaușescu, junto con su esposa, de calmar a los revolucionarios desde el balcón del Comité Central del Partido Comunista fueron infructuosos. Comenzaron las manifestaciones anticomunistas, que continuaron durante todo el día y la noche. Cientos de personas se reagruparon en la Sala Dalles, en la Plaza Romana, y especialmente en la Plaza de la Universidad. La Securitate y la Milicia realizaron arrestos masivos y dispersaron a las multitudes con tanques.

En la mañana del 22 de diciembre, tras la última reunión del Comité Ejecutivo del Partido Comunista, se declaró el estado de necesidad en todo el país mediante un decreto firmado por Nicolae Ceaușescu. El dictador prohibió la circulación en la calle de grupos de más de 5 personas, pero a pesar de las prohibiciones, los revolucionarios se volvieron aún más decididos. Lograron entrar en la sede del Partido Comunista, lo que llevó a la pareja dictatorial a escapar en helicóptero desde el techo del edificio. Al escuchar esta noticia, la gente en la calle celebró la caída del régimen comunista, y la ola de alegría se extendió por todo el país.

También en este día se constituyó el Frente de Salvación Nacional, con Ion Iliescu leyendo públicamente el "Comunicado al país del Consejo del FSN". El objetivo principal era establecer un sistema de gobierno democrático en Rumanía. El ejército se puso del lado de los manifestantes, pero las confrontaciones continuaron en los días siguientes. El 25 de diciembre, la pareja Ceaușescu fue ejecutada. Tras la Revolución, con el sacrificio de más de 1000 vidas, los rumanos lograron la libertad que habían soñado durante décadas.

A nuestros héroes y mártires: ¡Vuestra sacrificio no fue en vano!

Si deseas aprender más información sobre la Revolución de 1989, el Museo “Undeva in Comunism”, ubicado en la calle Covaci 6 (en el Casco Antiguo de Bucarest), lo espera con una exposición especial dedicada por completo a este evento que marcó definitivamente la historia de Rumanía.