Vino de Ajenjo, Propaganda e Historia del Spritz: Mitos del Comunismo

El vino de ajenjo, el spritz y los mitos de la era comunista cuentan la historia de los hábitos de bebida de los rumanos en la llamada "Edad de Oro". Desde vinos semi-dulces hasta el "vino de astillas," los rumanos navegaron un paisaje alcohólico lleno de paradojas e ingeniosos trucos. Sigue leyendo para descubrir cómo las bebidas del "pequeño barril" y las mezclas con sifón se convirtieron en símbolos de una época marcada por restricciones e innovación forzada.

Vinos Semi-dulces y el "Spritz": Durante el período comunista, los vinos semi-dulces y aromáticos, como Tămâioasa Românească, Muscat Ottonel y Galbena de Odobești, eran muy populares. Estos vinos se consumían con frecuencia en fiestas de santos, en las escaleras de los edificios y en otras ocasiones, a menudo mezclados con sifón para crear el llamado "spritz." Aunque la mayoría de los occidentales y los expertos en vino miran esta práctica con malos ojos, sigue siendo popular en muchos hogares rumanos hasta hoy.

Vino de Ajenjo y Propaganda: Introducido en los años 70, el vino de ajenjo fue originalmente creado para enmascarar el olor y sabor desagradable del vino oxidado. Aunque inicialmente fue concebido para mejorar la calidad del vino de baja categoría, con el tiempo se convirtió en un producto propio. El régimen comunista promovió el vino de ajenjo en campañas para celebrar el "vino rumano" a nivel internacional, aunque a menudo se elaboraba a partir de restos de vino de baja calidad, tratados con ajenjo para mejorar su sabor. Popular entre los consumidores, el vino de ajenjo ilustra la paradoja del régimen: pretendía promover el éxito del vino rumano, aunque la mayoría de los productos disponibles eran de calidad mediocre.

Prohibición de Importación de Alcoholes: Bajo el mandato de Nicolae Ceaușescu, la mayoría de las importaciones de bebidas alcohólicas fueron prohibidas, incluso de países aliados, lo que resultó en una falta de diversidad en el consumo de alcohol. Esta política forzó a los rumanos a depender en gran medida de la producción nacional, que a menudo se caracterizaba por su baja calidad. Debido a estas restricciones, muchos rumanos buscaban alternativas raras, como whisky occidental o vodka soviético, que utilizaban como moneda de cambio para obtener bienes y servicios.

El "Vino del Pequeño Barril": La obsesión del régimen por lograr récords de producción por hectárea llevó a una disminución en la calidad del vino. El término "vino del pequeño barril" hacía referencia a vinos de alta calidad producidos en cantidades limitadas y reservados para competencias internacionales. Estos vinos se elaboraban con las mejores uvas y métodos de vinificación más cuidadosos, siendo generalmente más apreciados que los productos estandarizados de baja calidad disponibles en el mercado. Sin embargo, el acceso a estos vinos estaba restringido, ya que se reservaban para funcionarios de alto rango o eventos especiales.

El "Vino de Astillas": Los campesinos estaban obligados a vender sus cuotas de uvas al estado, pero a menudo entregaban las uvas de menor calidad, ya que no recibían un pago justo. Esto llevó al uso de melaza industrial para compensar la falta de azúcares naturales en el vino, lo que resultó en un producto de baja calidad conocido como "vino de astillas." Este vino podía contener alcohol metílico (una sustancia tóxica, distinta del alcohol etílico), y a menudo causaba dolores de cabeza a los consumidores.

Si te ha gustado este artículo, visita el Museo del Comunismo en Bucarest – Calle Covaci, nº 6.

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